quinta-feira, 28 de outubro de 2010

Renato Pompeu, 50 años de periodismo

Estoy completando este mes 50 años de periodismo profesional, que inicié al entrar por concurso en 1960 en la "Folha da Manhã", hoy "Folha de S. Paulo". Continuo enfrentando la profesión como la inicié: alegre por prestar un servicio público y frustrado por no conseguir, por los límites personales y externos, prestar plenamente dicho servicio.

El maestro Renato Pompeu
Aprendí mucho en todas estas décadas. En primer lugar, aprendí que un periodista no necesita saber nada, necesita apenas saber quien sabe. El periodista, al contrario de los intelectuales, no tiene que divulgar sus conocimientos, y si divulgar los conocimientos de terceros, siempre relatando en base a fuentes, sin embargo puede no identificar esas fuentes. Esas fuentes pueden ser testigos, especialistas, encuetas y/u otros documentos. Lo que el periodista necesita saber es realmente como conseguir llegar a las fuentes en cada tema específico, y distinguir entre las buenas y malas fuentes.

Una segunda constatación que hice es que la especialización en alguna problemática, sea Deporte o Política, o la que fuere, puede ser más prejudicial que benéfica. Un periodista siempre depende de sus fuentes y, si insiste en quedarse años cubriendo el mismo campo, puede quedarse prisionero de sus fuentes. Él no puede correr riesgos en desagradar cada una de sus fuentes, publicando una información importante que la fuente no quiere que se vea divulgada, pues en dicho caso la fuente dejará de prestar nuevas informaciones. Por eso, a lo largo de mi carrera, siempre busqué pasar sucesivamente de un campo de cobertura hacia otro. A tal punto que cuando me preguntan, "Al final, ¿eres periodista especializado en qué?", siempre respondo: "Soy periodista especializado en periodismo".

Otra cosa que aprendí fue que cada periodista tiene las fuentes que se merece. Si el periodista es un ser intelectualizado que busca ser imparcial, él tendrá como fuentes seres intelectualizados que buscan ser imparciales. Si el periodista es conservador, tendrá conservadores como fuentes. Si el periodista es izquierdista, tendrá izquierdistas como fuentes. Decime quiénes son tus fuentes, y diré quién eres. O mejor, decime quien eres y te diré quienes son tus fuentes.

Finalmente, aprendí que existe un otro juego de espejos como ese entre los periodistas y sus fuentes: es la identificación de los integrantes de una redacción exitosa con su público. La composición social, política y cultural de una redacción exitosa va al mismo tiempo criando un público de composición social, política y cultural semejante, y vice versa, las exigencias del público van alterando la composición de la redacción que sirve aquel público. Dijo Marx, refiriéndose a los libros, "Cada obra crea su propio público". Dijo mi fallecido hermano, periodista Sérgio Pompeu: "El periodista necesita tener un vínculo con su público, sino su obra caerá en el vacío, o será recibida con hostilidad. Dime si te gusta leerme y te diré si eres parecido/parecida conmigo”.

Publicado originalmente en la revista Caros Amigos.

Mas conocido como Renatão, Renato Pompeu, pasó por las principales redacciones periodísticas de Brasil, ganó 4 premios por sus trabajos periodísticos, tiene 22 libros publicados y actualmente colabora con los medios "Caros Amigos", "Carta Capital", "Diário do Comércio" y "Diário de S. Paulo".

Pueden leer sus textos en Blog do Renatão

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